Camila Rodríguez cree que “va a caer la dictadura” en Cuba y que podrá regresar a su país. Mientras tanto, esta activista exiliada en México documenta la “represión estatal” de las protestas contra el gobierno del 11 de julio de 2021.
Hace exactamente tres años, esta exestudiante de literatura salió a las calles junto con miles de personas al grito de “Libertad” y “Tenemos hambre”, en un movimiento de protestas sin precedentes en la isla comunista.
“Ese mismo día fundé con otras chicas que estaban dentro y fuera del país Justicia11J (Justicia 11 de julio). Sabíamos que probablemente iba a haber personas detenidas”.
Según estimaciones de Justicia11J, hubo efectivamente 1,584 arrestados por las protestas, de los cuales 607 continúan en prisión. Rodríguez explica que más del 10 por ciento de ellos fueron condenados por sedición, un delito político.
“Hubo muchas personas que fueron condenadas por delitos comunes como desorden público, atentados o propagación de epidemia”, porque la protesta sucedió durante la pandemia de covid 19, añade. Muchas ya cumplieron su pena.
Según datos oficiales de La Habana, que acusa a Estados Unidos de haber orquestado las manifestaciones, unos 500 participantes en las protestas fueron condenados a penas de hasta 25 años de prisión. “No fui detenida, gracias a Dios”, dice Rodríguez, y explica que el 11 de julio de 2021 eludió la vigilancia de un policía para después huir a toda velocidad.
“Me dije a mí misma ‘no mires atrás. Me monté en el primer ómnibus que pasó. Llegué a mi casa justo cuando empezaba el toque de queda”, recuerda.
“EN MÉXICO HAY UNA COMUNIDAD DE CUBANOS QUE HACEN ACTIVISMO”
Desde esa tarde, el grupo de activistas comenzó a recopilar datos de las personas que habían ido a manifestarse y no habían vuelto a casa. Esa información comenzó a compartirse en redes sociales. “Empezaron a contactarnos desde medios de prensa. Nuestro trabajo fue súper rápido y llegó a Naciones Unidas (ONU)”, explica la activista.